Experimentando el Don Profético de Ellen G. White
¿Cómo responder a quienes cuestionan el don profético de Elena G. de White?
Por más de un siglo, los escritos de Elena G. White han guiado a millones de personas a conocer mejor a Jesús y a confiar plenamente en la Biblia como la Palabra de Dios. Sin embargo, las críticas hacia su ministerio profético siguen siendo frecuentes. Pero ¿y si la mejor respuesta no fuera debatir, sino experimentar personalmente el poder espiritual de sus mensajes?
Una respuesta a los críticos contemporáneos de Elena G. White
22 de octubre de 2025 | Silver Spring, Maryland, Estados Unidos | Theodore N. Levterov para Adventist Review
El don profético de Elena G. White siempre ha sido objeto de controversias teológicas. Por su naturaleza sobrenatural, muchos han puesto en duda la legitimidad de sus revelaciones, tanto dentro como fuera de la iglesia. Después de todo, ¿cómo puede demostrarse lo espiritual?
En los últimos años han surgido nuevas publicaciones críticas que buscan desacreditar el ministerio profético de White, calificando incluso al Ellen G. White Estate como una organización fraudulenta. Estas obras modernas presentan explicaciones humanistas, negando el origen divino de sus escritos.
Algunos críticos admiten que Elena G. White creyó sinceramente recibir mensajes de Dios, pero aseguran que fue víctima de su imaginación. Otros reducen sus escritos a simples reflexiones morales, negando toda autoridad profética. Sin embargo, estas críticas no son nuevas: desde el Messenger Party en 1850, pasando por D. M. Canright en la década de 1880, hasta autores modernos, los mismos argumentos se repiten con ligeras variaciones.
Frente a estos ataques, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha respondido con argumentos bíblicos, teológicos e históricos que demuestran la validez del don profético en el ministerio de White.
Respuestas históricas de la Iglesia Adventista
La misma Elena G. White respondió a los cuestionamientos durante su vida, como puede verse en la introducción de El Conflicto de los Siglos y en Mensajes Selectos. Más adelante, la iglesia publicó documentos oficiales como “La Inspiración y Autoridad de los Escritos de Elena G. White” (1983) y organizó simposios mundiales sobre el don de profecía (2015). Además, el sitio oficial whiteestate.org ofrece respuestas a las objeciones comunes.
Aun así, frente a la crítica persistente, surge una pregunta: ¿cómo puede la iglesia seguir afirmando la autoridad del don profético en el siglo XXI? Tal vez la clave no esté en repetir los mismos argumentos, sino en experimentar los escritos de Elena G. White personalmente.
Experimentar el don profético de Elena G. White
Muchos hablan de White, pero pocos la leen. Esta falta de interacción directa ha llevado a malentendidos. Quien se toma el tiempo de leer sus escritos descubre dos pilares fundamentales de su ministerio:
- Jesús como centro: Desde su primera visión hasta sus últimas palabras, Elena G. White exaltó a Cristo como el Salvador y guía de toda vida cristiana.
- La Biblia como autoridad suprema: Ella describió su papel como una “luz menor” que apunta a la “luz mayor”, la Palabra de Dios.
Por tanto, la mejor manera de probar su autenticidad no es discutir, sino leer y experimentar sus escritos. Un verdadero profeta se reconoce por los frutos espirituales que produce en quienes lo escuchan.
Evidencias del impacto espiritual de sus escritos
Un estudio publicado en Ministry confirmó que quienes leen regularmente a Elena G. White tienen:
- Una relación más profunda con Dios.
- Mayor seguridad de salvación.
- Vida familiar más devocional.
- Más celo por compartir el evangelio.
Sin embargo, las estadísticas más recientes son alarmantes: el Informe Estadístico Anual 2023 reveló que solo el 35% de los adventistas leen sus escritos semanal o diariamente, y el 17% nunca los lee. Entre los jóvenes, apenas el 2% los consulta con frecuencia. Esta tendencia muestra la gran batalla espiritual mencionada en Apocalipsis 12:17, donde Satanás se opone al don profético en el tiempo del fin.
Un llamado al reencuentro con el don profético
Los ataques al ministerio profético de Elena G. White no son casualidad. Pero más allá de los debates, el verdadero poder se encuentra en vivir su mensaje. Leer sus escritos con un corazón dispuesto produce una transformación que ningún crítico puede negar.
Ella misma aconsejaba este método: “Algunos son escépticos ante cualquier cosa que se parezca a una visión… Esto puede superarse solo mediante la experiencia”. (Testimonios para la Iglesia, tomo 1, p. 340).
Siguiendo su ejemplo, el llamado hoy es a dejar la controversia y pasar a la experiencia. Solo así podremos comprender la profundidad y la veracidad del don profético de Elena G. White.
Conclusión
En una época de confusión y crítica, la experiencia personal con los escritos inspirados de Elena G. White sigue siendo el argumento más poderoso. Sus mensajes conducen al creyente a un encuentro más profundo con Jesús y lo afirman en la verdad de las Escrituras. En lugar de dudar, leamos. En lugar de debatir, vivamos su mensaje. Solo así descubriremos por nosotros mismos que su don es real, divino y vigente.
#ERASE_UNA_VEZ_UN_PASTOR

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