La Fe Verdadera: Fundamento del Cristiano según las Enseñanzas Adventistas
Introducción
Vivimos en tiempos de incertidumbre, donde muchas personas han perdido la confianza en las instituciones, en sus semejantes, e incluso en el futuro. Sin embargo, la Biblia presenta un principio eterno que sostiene al creyente incluso en medio de las peores tormentas: la fe. Para la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la fe no es simplemente un sentimiento optimista, sino una experiencia viva, basada en la Palabra de Dios y centrada en Jesucristo. En este artículo exploraremos qué es la fe desde una perspectiva bíblica y adventista, cómo se desarrolla y fortalece, y por qué es esencial para la salvación y para enfrentar los eventos finales del tiempo del fin.
¿Qué es la Fe según la Biblia?
La fe es definida en Hebreos 11:1 como “la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Esta definición muestra que la fe no se basa en evidencias visibles o en emociones pasajeras, sino en una confianza firme en las promesas de Dios, aunque no se vean cumplidas de inmediato.
Para el creyente adventista, la fe es más que un acto mental o una confesión verbal: es una entrega total del corazón, la mente y la voluntad a Dios, basada en Su Palabra revelada.
La Fe en la Historia de la Salvación
La Fe de Abraham
Abraham es llamado el “padre de la fe” porque creyó en Dios cuando todo parecía imposible. “Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia” (Romanos 4:3). Desde la perspectiva adventista, este relato demuestra que la salvación es por fe y no por obras, pero también que la fe verdadera produce obediencia.
La Fe del Pueblo de Israel
Durante su peregrinación en el desierto, el pueblo de Israel falló muchas veces por su incredulidad. A pesar de ver milagros, dudaron del poder de Dios. La fe, entonces, no depende solo de ver señales, sino de confiar en Dios incluso en la oscuridad.
La Fe en Jesucristo: Centro del Mensaje Adventista
Cristo, el Autor y Consumador de la Fe
Hebreos 12:2 declara que Jesús es el “autor y consumador de la fe”. Esto significa que nuestra fe se origina en Él y solo puede crecer si está centrada en Él. Los adventistas enseñan que Jesús vivió una vida perfecta de fe y obediencia, y que esa vida se nos imputa por medio de la justificación por la fe.
Fe en la Obra de la Cruz
El corazón del evangelio eterno (Apocalipsis 14:6–7) es la cruz de Cristo. Creer en su sacrificio expiatorio, en su sangre redentora y en su resurrección es la base de la salvación. “El justo por la fe vivirá” (Romanos 1:17). Los adventistas creen que esta fe nos une a Cristo y nos justifica ante Dios.
La Relación entre Fe y Obras
Fe que Obedece
Santiago 2:17 dice que la fe sin obras está muerta. Para la Iglesia Adventista, esto significa que una fe genuina se manifiesta en una vida transformada. No somos salvos por obras, pero la fe verdadera produce frutos visibles como obediencia, humildad, y amor al prójimo.
Justificación y Santificación
La justificación es el acto por el cual Dios declara justo al pecador arrepentido por medio de la fe en Cristo. La santificación es el proceso por el cual el creyente crece en santidad. Ambas son resultado de la fe. El adventismo enseña que la fe es continua: se necesita fe para ser salvo y para seguir creciendo espiritualmente.
La Fe y la Ley de Dios
Muchos creen que la fe elimina la necesidad de guardar los mandamientos. Sin embargo, Romanos 3:31 dice: “¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley.”
Desde la perspectiva adventista, la fe en Cristo no reemplaza la obediencia, sino que la fortalece. La fe nos lleva a confiar en el poder de Dios para vivir una vida santa y obediente, no por mérito propio, sino por gracia divina.
Cómo Cultivar una Fe Sólida
1. Estudio de la Palabra
“La fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). El adventismo resalta la importancia del estudio diario de la Biblia como la fuente principal para fortalecer la fe. No se puede confiar en lo que no se conoce.
2. Oración Continua
La oración es el oxígeno del alma. A través de ella, el creyente se comunica con Dios, expresa su confianza, busca dirección y encuentra fortaleza para seguir creyendo incluso en medio de la prueba.
3. Testimonio y Servicio
Compartir la fe con otros, servir a los necesitados y participar en la misión de la iglesia fortalece la experiencia espiritual. La fe se alimenta cuando se pone en práctica.
Fe en el Tiempo del Fin
La Prueba Final
El mensaje de los tres ángeles en Apocalipsis 14 describe un tiempo de crisis donde el pueblo de Dios será probado. En ese contexto, Apocalipsis 14:12 declara: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.”
Los adventistas creen que el remanente final será un pueblo que mantiene su fe inquebrantable en Jesús, aun cuando el mundo entero se oponga. Esta fe los llevará a obedecer, aunque signifique perderlo todo.
El Sellamiento y la Fe
El sellamiento descrito en Apocalipsis 7 está reservado para aquellos que han sido fieles a Dios. Este grupo especial será preservado durante las plagas finales. Su fe, purificada por la tribulación, será como el oro refinado (Apocalipsis 3:18).
Obstáculos para una Fe Firme
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La duda constante: La incredulidad puede erosionar la fe si no se combate con la Palabra de Dios.
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El pecado oculto: La fe se debilita cuando hay desobediencia persistente.
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La dependencia en uno mismo: Confiar en nuestras fuerzas en lugar de en Dios apaga la fe.
Personajes Bíblicos que Inspiraron por su Fe
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Noé: Construyó el arca por fe, sin haber visto lluvia.
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Daniel: Fue fiel a Dios aun cuando su vida estaba en juego.
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Esteban: Testificó de Cristo hasta la muerte.
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Pablo: Vivió por fe, predicó por fe, y murió en la esperanza de la resurrección.
Estas historias inspiran al creyente adventista a vivir por fe, sabiendo que Dios nunca falla.
Fe y Reforma Pro Salud
Para los adventistas, tener fe también implica cuidar el cuerpo como templo del Espíritu Santo. Confiar en Dios incluye seguir los principios de salud que Él ha revelado. Vivir por fe es también rechazar lo que daña el cuerpo y adoptar un estilo de vida saludable por amor y obediencia.
La Fe y la Segunda Venida
La fe adventista está enfocada en la esperanza gloriosa del regreso de Jesús. Esta fe no es una ilusión, sino una convicción firme basada en las promesas proféticas de la Biblia.
Tito 2:13 lo llama “la esperanza bienaventurada”. Vivir por fe implica prepararse cada día, mantener la lámpara encendida como las vírgenes prudentes (Mateo 25), y perseverar hasta el fin.
La Fe como Escudo
Efesios 6:16 declara: “Tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.” En la guerra espiritual del tiempo del fin, la fe será el escudo que protege al cristiano de las dudas, los ataques del enemigo y las tentaciones.
Conclusión
La fe es el fundamento de la vida cristiana y la clave para la victoria espiritual. Desde la perspectiva adventista del séptimo día, la fe no es un mero sentimiento religioso, sino una experiencia viva, activa y transformadora que conecta al creyente con el poder de Dios. En un mundo que camina por vista y no por fe, Dios llama a un pueblo que confíe en sus promesas, que viva en obediencia por amor, y que permanezca firme hasta el regreso de Cristo.
Ahora más que nunca, necesitamos esa fe que vence al mundo (1 Juan 5:4), esa fe que permanece aun cuando todo parece derrumbarse. Que esta sea la fe que arde en nuestros corazones y nos prepare para encontrarnos con nuestro Salvador cara a cara.
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